Yoga infantil, ¿una moda más o realmente puede mejorar el rendimiento académico de los más pequeños?
Quizás os hayáis dado cuenta que cada vez se está oyendo hablar más y más sobre el yoga y los beneficios que conlleva a niños con hiperactividad o déficit de atención
Yoga para adultos, yoga niños, yoga en familias, ashanas, chakras, meditación.. son términos que se están poniendo de moda y que los estamos oyendo casi a diario
Sin embargo, ¿qué es el yoga? ¿qué es lo que nos enseña? ¿Qué beneficios tiene?
La palabra yoga es un término sánscrito que puede traducirse como “esfuerzo” o “unión”. Une los tres planos del ser humano; físico, mental y espiritual.
Parte de la idea de que el ser humano es un conjunto interrelacionado de esas tres partes, por tanto mediante la armonización del cuerpo y de la mente, poco a poco vamos armonizando el espíritu.
Como cualquier otra práctica física, el yoga nos ayuda a mejorar la flexibilidad, la coordinación y el equilibrio, tres ámbitos en los que los niños están en pleno desarrollo
Pero lo que nos interesa a nosotras son otro tipo de beneficios que van mucho más allá de lo físico y en el caso de nuestros niños nos interesan especialmente:
- Focaliza la atención. Nos obliga a prestar atención constante y centralizada en partes muy concretas de nuestro cuerpo, tanto para poder hacer las posturas como para sentir las sensaciones que nos provocan.
- Mejora el manejo de las emociones. Nos enseña a controlar nuestra respiración, elemento clave para gestionar estados de ansiedad y berrinches.
- Permite conocer nuestro propio cuerpo y las sensaciones que en él se producen. De esta forma conocemos poco a poco qué sentimos, por qué lo sentimos y cómo podemos enfrentarnos a ello. Todo esto es clave para nuestro autoestima, nuestras relaciones sociales y para construir una sexualidad sana
Podemos ver, por tanto, que los niños con TDAH (déficit de atención e hiperactividad) salen especialmente reforzados de estas sesiones; se controla la impulsividad, se regula la actividad corporal y se mejora la atención desde la práctica dinámica de una actividad en un entorno que invita a relajarse.
Si hablamos de adolescentes, también podemos encontrar una serie de ventajas añadidas, como por ejemplo:
- Corrección postural. Cuántas veces nuestros alumnos se quejan de dolor de espalda, dolor de cuello o contracturas derivadas de una mala postura continuada en el estudio o de demasiadas horas frente a los libros . Esta disciplina nos entrena constantemente en mantener una postura recta y erguida, lo que hace que lo apliquemos a nuestro día a día sin darnos cuenta
- Gestión de la ansiedad. De la misma forma que con los niños, nuestra respiración es clave para controlar esos momentos de ansiedad y pánico derivados de los exámenes.
¿A quién se lo recomendamos, entonces? A aquellos alumnos/a que los exámenes les suponen fuente de estrés y ansiedad. Normalmente los encontramos en los últimos cursos de la ESO y Bachillerato
Por eso desde la academia Edukere vamos a ir promocionando una serie de talleres enfocados a que nuestros alumnos más pequeños se inicien en este mundo
Y vosotros, ¿qué opináis?