El modelo tradicional de familia no supone actualmente ni un 10% del total de las familias actuales.

Ganamos lazos familiares, redes de apoyo y nos enriquecemos con cada uea a portación. Pero, ¿sabemos cómo gestionar todo esto?

Esta semana vino uno de nuestro chicos más alegres y habladores super serio. Entró por la puerta casi sin saludar, se sentó,sacó sus libros y se puso a trabajar.

No nos quería casi ni dirigir la palabra

Al rato, pasada casi una hora, nos planteó una duda:

  • «Oye, ¿Laura es mi hermana?» 
  • «¿Y quién es Laura?» – Le pregunté yo.

No habíamos oído ese nombre en la vida. Y eso que ya conocíamos perfectamente a su madre, a la pareja de su madre, a su abuela, a la pareja de su abuela, a su tía, a su prima, a sus primos mayores, a sus primos pequeños… ¡Pensábamos que ya  conocíamos a toda la familia!

  • «¡Pues Laura es la hija de Elena!»
  • «Bueno, pero Laura y Elena, ¿qué son para ti? ¿Son tus amigas, tus compis qué?«
  • «A ver, pues Elena es mi madrastra y Elena una vez me dijeron que era como mitad de mi hermana«

Imaginaos nuestra cabeza atando cabos en ese momento 🤯

  • «Entonces yo quiero saber si el niño que ha nacido hoy, que es hijo de Elena y de mi papá, es mi hermano o no» 

Resultaba que su papá había tenido un hijo con su nueva pareja, y aún que se lo habían contado, no lo habían ido hablando y trabajando durante todo este tiempo.

¿Qué se debería haber hecho? 

El papá tedría que haber hablado (y mucho) durante este verano de la situación familiar, del lugar que ocupa su hijo en su vida y que a partir de ahora entra un nuevo rol: el de hermano mayor.

Hubiese estaddo muy bien implicarle en la llegada: nombre, ropa, decoración de la casa, etc.

¿Qué hicimos nosotras?

Hablar con él sobre cómo sentía la nueva realidad, explicarle que da igual si un hermano es de sangre directa o no, que el amor es un sentimiento y que la familia se construye  integrando nuevos miembros.

Sus compañeros le contaron sus experiencias personales. De esta forma se normaliza lo que él ve como extraño

Y su mamá cuando salió por la puerta, comezó con dosis extra de mimos.

Ésto es lo que trabajamos en Edukere: lo académico, unido inevitablemente a lo emocional y siempre de la mano de la orientación familiar

Y tú, ¿cómo lo hubieras gestionado?